El director Jonathan Demme ha fallecido hoy a los 73 años de edad a causa de complicaciones derivadas de un cáncer de esófago. Demme tuvo una carrera como director muy prolífica. Comenzó en los años 70 dirigiendo películas de serie B, como La Cárcel Caliente (1974), Tres Mujeres Peligrosas (1975) o Luchando por mis Derechos (1976), bajo producción de Roger Corman, quién fue su gran mentor; y, de hecho, solía hacer cameos en algunas de sus películas.
Después, durante la década de los 80 se dedicó a dirigir comedias, como Melvin y Howard (1980), Chicas en Píe de Guerra (1984), Algo Salvaje (1986) o Casada con Todos (1988). Sería a principios de los 90 cuando llegaría a la cumbre de su carrera con dos títulos que ya forman parte de la historia del cine: el thriller con tintes de terror El Silencio de los Corderos (1991), su gran obra maestra y uno de los títulos clave de la historia del cine, y el drama judicial Philadelphia (1993). Después llegarían los fracasos de Beloved (1998), La Verdad sobre Charlie (2002) o El Mensajero de Miedo (2004), que fueron apagando su estrella en Hollywood, y la realización de documentales. Su última película fue Ricki (2015), escrita por Diablo Cody y protagonizada por Meryl Streep.
De nuevo, el mundo del cine ha sufrido una gran pérdida. Un cineasta que, aunque será recordado solo por dos películas, aportó mucho al séptimo arte; además de que siempre le ponía personalidad a sus películas y se tomaba muy en serio cualquiera de sus proyectos. De nuevo, se queda un hueco difícil de rellenar.
DESCANSE EN PAZ
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