No hay duda de que las películas de superhéroes están
viviendo actualmente su época dorada. Al cada vez más enorme universo compartido
de Marvel Studios con Los Vengadores
hay que unir las películas de Marvel que están realizando otros estudios, como
la Fox (X-Men, Los 4 Fantásticos) o Sony (Spiderman)
o el universo que están creando Warner Bros. Pictures y DC Entertainment,
creado a partir de Man of Steel (Zack
Snyder, 2013) y que dará su pistoletazo de salida el año que viene con la
película Batman v Superman: Dawn of
Justice, también de Zack Snyder, y en el que tendremos películas del Escuadrón Suicida, Wonder Woman, Aquaman, Flash y dos películas de la Liga de la Justicia. Por si fuera poco,
este boom ha llegado a la Tv y cada vez son más las series que se están
haciendo de tema superheroico.
Todo esto está haciendo que no pare de oír cada vez más veces esta frace: Hay saturación de películas de superhéroes. Una frase con la que, desde luego, no esto nada de acuerdo.
Yo, desde luego, la saturación no la veo por ningún sitio. Es cierto que se están haciendo muchas películas de superhéroes y cada vez se están haciendo más. Pero, aún así, la cifra de películas de superhéroes que se hace cada año, por muy grande que pueda parecer, se hace irrisoria si la diluimos con las películas de otros géneros que se estrenan cada año. Saturación sería si fuéramos a un cine y en casi todas las salas solo emitieran películas de superhéroes y a penas hubiera sitio para las películas de otros géneros. Pero no es así. Contad la cantidad de dramas, comedias románticas o películas de terror que se estrenan cada año y veréis que las tres o cuatro películas de superhéroes que se estrenan cada año son una minucia.
Lo que sí es cierto es que las películas de
superhéroes están muy de moda y los medios de comunicación y los portales de
internet dedicados al cine cada vez hablan más de ellas. Pero esto no es culpa
de las películas, sino de los medios, que siempre tiran a hablar más de las
cosas que están más de moda; sean del tipo que sean.
Esto de la saturación viene de la gente que no le
gusta este tipo de películas. A mí, particularmente, me encantan y estoy disfrutando enormemente con
que cada vez se hagan más películas de superhéroes; de hecho, todas las
películas que se están haciendo ahora me parecen pocas. Sin embargo, es normal
que a quienes no les gusten les parezca que se están haciendo demasiadas
películas por muy lejos que esté su opinión de la realidad. Son solo opiniones
personales.
Aunque algunos, eso sí, se pasan demasiado no
parando de decir constantemente que están hartos de tantas películas de
superhéroes como si les obligasen a verlas a punta de pistola. Si no te gusta
algo, simplemente, no lo veas. Yo –salvo excepciones –odio las comedias
románticas y me fastidia que se hagan tantas cada año. Sin embargo, no estoy
quejándome constantemente y, sobre todo, no me meto en noticias y foros
relacionados con estas películas solo para tocar los cojones, que si es lo que
hacen muchos con las películas de superhéroes.
Sin embargo, el gran problema no es este. Sino que esto
de la saturación no solo lo están diciendo los detractores del cine de
superhéroes, sino también están empezando a decirlo algunos fans; aunque, por
otros motivos.
Y es que, el enorme boom que se está viviendo en
estos momentos y la cantidad, cada vez mayor, que se están haciendo de estas
películas ha hecho que empiece a crecer entre los fans el temor a que el
público se termine cansando de estas películas y llegue el ocaso de este subgénero, como
ya ocurrió con otros géneros y subgénero que fueron muy explotados en su día,
como el western, el péplum o el cine de piratas.
Tim Burton ya lo dejó caer hace varios meses y, más
recientemente, ha sido Steven Spielberg quién lo ha dicho a las claras. Sin
llegar a criticar o a insultar este subgénero, como si han hecho directores
como Fernando Trueba o Alejandro González Iñárritu, Spielberg ha dicho que la
gente se terminará cansando de tantas películas de superhéroes y ha citado el
western como ejemplo.
¿Puede esto pasar?
Pues no voy a mentir, es una posibilidad. No es
imposible que esto termine pasando; pero tampoco es tan seguro que eso pase
como Spielberg y muchos dicen.
Lo primero que hay que hacer es mirar más allá de lo que nos ponen por delante. Los que dicen que el cine de superhéroes tiene los días contados ponen como ejemplo el western, el péplum o el cine de piratas. Sin embargo, se olvidan de otros géneros y subgéneros. Como, por ejemplo, las películas de vampiros. Estas películas llevan haciéndose, por lo menos, desde los tiempos del cine mudo. Se han hecho incontables películas de vampiros desde entonces y todavía se siguen haciendo sin dar en ningún momento señales de agotamiento.
Luego están las comedias románticas; que esa es
otra. Llevan haciéndose, por lo menos, desde los años 30 y cada año se hacen
más -como ya he dicho al principio. ¿Sabéis la cantidad de comedias románticas que se hacen cada año? Y todo nada parece indicar que estas películas vayan a dejar de hacerse. Al contrario, yo creo que –salvo que un cataclismo asole la Tierra –se van a seguir haciendo durante siglos.
Y así podría seguir con otros géneros y subgéneros.
Pero, vamos a analizar otros factores. Todo el mundo da por hecho que el
western, el péplum o el cine de piratas sucumbieron por la sobreexplotación que
sufrieron en su día. Pero, ¿es esto verdad?
Puede que lo sea en el western y en el cine de
piratas, pero solo hace falta saber de historia del cine para saber que el
péplum cuando cayó, a mediados de los años 60, no estaba en decadencia. Sus
películas triunfaban en taquilla. Sin embargo, los costes de producción eran
tan enormes que esto no les compensaba, llegando a provocar una gran crisis en
Hollywood; el mejor ejemplo lo tenemos con Cleopatra
(Joseph L. Mankiewicz, 1963), que fue la película más taquillera de su año
pero, aún así, fue un tremendo fracaso que llegó a hundir a la Fox.
En cuanto al western y el cine de piratas, es cierto
que fueron muy sobre explotados en su día. Sin embargo, hay que tener en cuenta
también que, la verdad, ambos no tenían mucho más que ofrecer. El
western nos ha dado muchas grandes películas, pero llegó un momento en el que solo ofrecían lo mismo, pareciendo que hicieran la misma película una y otra vez. El spaghetti western supuso un soplo de aire fresco en este género, pero también terminó sucumbiendo por, practicamente, lo mismo. Y esto también se puede decir de las
películas de piratas. Al final, veías una película del oeste o una película de
piratas y era como haberlas visto todas.
En cambio, el cine de superhéroes, aunque sus detractores
digan lo contrario, es un universo muy rico y abundante, con miles de historias
que contar provenientes de los miles de cómics que se han ido publicando
durante décadas. Además, cuando los detractores dicen que todas las películas
de superhéroes son iguales, mienten o no quieren ver más allá de sus narices.
Porque, las películas de Warner y DC son muy diferentes a las de Marvel Studios
y ambas, a su vez, son muy diferentes a las de la Fox. Por no hablar de que, dentro de los respectivos estudios también hay películas que son diferentes a otras. Así que hay mucha variedad para elegir.
Y, sobre lo de que la gente se termine cansando, me remito a una frase que pronunció James Wallestein, un famoso crítico de
internet que solía escribir un blog, DimensiónFantástica, y ahora está en YouTube –con nuevo canal –. La frase decía lo siguiente: La gente de lo
que se cansa es de malas películas. El tipo viene a decir que, mientras se sigan
haciendo buenas películas, como ahora, no habrá por qué temer. Pero, si
empiezan a hacer mierda, la gente se acabará cansando y el cine de superhéroes
morirá.
Yo algunas veces discrepo con las opiniones de ese tipo. Pero en esto, desde luego, le doy la razón. Más que nada, porque ha sido algo que estuvo cerca de ocurrir.
Hagamos un poco de memoria. Esta Edad Dorada que está viviendo ahora el cine de superhéroes está viviendo, a su vez, una segunda vida; porque pudo haber desaparecido. Después de los brillantes resultados de Blade (Stephen Norrington, 1998), X-Men (Bryan Singer, 2000) y Spiderman (Sam Raimi, 2002), que fueron las que dieron el pistoletazo de salida, el subgénero comenzó rápidamente a decaer con films mediocres o decepcionantes (Daredevil, Hulk, El Castigador, Los 4 Fantásticos…), solo funcionaban las secuelas de Blade, X-Men y Spiderman; pero luego, sus respectivas terceras entregas también dejaron mucho que desear.
Esto por el lado de Marvel. Por el lado de DC tuvieron el triunfo de Batman Begins (Christopher Nolan, 2005), pero esta quedó emparedada por dos enormes y desastrosos bodrios: Catwoman (Pitof, 2004) y Superman Returns (Bryan Singer, 2006). Luego no ayudó nada que la Warner no parara de paralizar otros proyectos, como la Wonder Woman de Joss Whedon, el Flash de David S. Goyer o la Liga de la Justicia de George Miller.
En 2007, año de Spiderman
3 –que triunfó en taquilla, pero gustó a poca gente –y de desastres como Los 4 Fantástico y Silver Surfer o El Motorista Fantasma, el futuro del cine
de superhéroes empezaba a verse negro y, de haber seguido la cosa así, os
aseguro que en unos pocos años habría muerto y hoy día el panorama sería muy
diferente.
Sin embargo, llegó 2008 y la cosa cambió. Ese año, el cine de
superhéroes revivió gracias, especialmente, a dos películas. Una era Iron Man, de Jon Favreau, que, aparte de
ser un gran éxito, supuso el pistoletazo de salida del universo cinematográfico
de Marvel Studios que llevaría hasta el exitazo de Los Vengadores (Joss Whedon, 2012) y animó a los otros estudios que
poseían derechos sobre personajes Marvel, Fox y Sony, a revitalizar sus
respectivas franquicias; unos con más fortuna que otros. La otra película era The Dark Knight, de Christopher Nolan,
un enorme éxito de público y crítica que demostró que las películas de
superhéroes podían competir con los más grandes y que hizo que la Warner
confiara más en las adaptaciones de DC. Sin estas dos películas, las cosas hubieran sido muy diferentes.
Así están las cosas. Existe la posibilidad de que
Spielberg tenga razón y el cine de superhéroes muera; es una posibilidad, si. Pero yo la veo muy
remota. Creo que en el futuro se bajará el ritmo y no se harán tantas películas
como se están haciendo ahora, pero se seguirán haciendo bastantes cada año y el público no se
cansará de verlas y las seguirá disfrutando; siempre, claro está, que sean buenas películas y no empiecen
a cagarla como en la década pasada.
Esto es lo que pienso yo de todo este asunto.
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