Recientemente, el Gene Siskel Film Center of the School of the Art Institute de Chicago le ha otorgado a Scarlett Johansson el Premio Renacimiento y, durante la entrega, los de Michigan Avenue Magazine hablaron con ella y, entre otras cosas, le preguntaron cual es su personaje favorito de los que ha interpretado a lo largo de sus 22 años de carrera. Ella podía haber mencionado su personaje en Lost in Translation (Sofia Coppola, 2003) o cualquiera de los que interpretó con Woody Allen y así quedar bien con todos esos críticos y culturetas que le dieron la espalda cuando dejó el cine independiente y se convirtió en una estrella de Hollywood.
Sin embargo, ha elegido ser sincera y su respuesta ha sido la Viuda Negra, a la que ha dado vida en las películas del universo de Marvel Studios. Es difícil [elegir]. Me gusta mucho interpreta a Natasha; dar vida a la Viuda Negra. Ha sido un viaje interesante para tomar un personaje y hacerlo crecer en estos años, ir pelando las capas de nuevo y ser capaz, como lo hace en la vida, de crecer con esta persona. Es un personaje que es realmente enigmático y tiene una historia y unos orígenes increíbles, por lo que para mi todavía queda mucho que jugar con ella, han sido sus palabras; donde se deduce que quiere seguir interpretándola en el futuro.
Scarlett también ha hablado recientemente de como le ha sentado ser la actriz más taquillera de la historia. Ella ha acogido esta noticia son cierto sabor agridulce. Y es que, aunque se siente muy agradecida y emocionada -como decía la difunta Lina Morgan -por encontrarse entre los intérpretes más taquilleros, también se siente algo decepcionada por la ausencia de mujeres entre los primeros puestos de la lista, los cuales estarían completamente dominados por actores masculinos de no ser por ella, que ocupa el 10º puesto. La segunda fémina en la lista es Cameron Diaz, que no aparece hasta el 19º puesto, y la tercera, Cate Blanchett, hay que buscarla en el 26º puesto.
Así que Scarlett se alegra de estar en los más alto pero, haciendo gala de una humildad poco frecuente entre las grandes estrellas -y que ya me gustaría ver en otras -, no se olvida de sus compañeras de profesión y se lamenta de que este sea otro ejemplo de la discriminación sexista que impera en Hollywood -al igual que en muchos otros sitios -, la cual han denunciado actrices como Patricia Arquette, Jennifer Lawrence o Emma Watson.
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