El cineasta John G. Avildsen ha fallecido en un hospital de Los Ángeles a causa de un cáncer de páncreas según ha informado uno de sus hijos, Anthony Avildsen, a Los Angeles Times. Nacido en 1935, Avildsen es conocido, principalmente, por haber dirigido dos películas que son ya dos pequeños clásicos. Sin embargo, a parte de esas dos películas, tuvo una nutrida carrera como director donde llegó a trabajar con muchos intérpretes famosos, entre los que había grandísimos actores.
Su primera película destacable fue Joe (1970), donde trabajó con Peter Boyle y una principiante Susan Sarandon. A esta seguirían títulos como Salvad al Tigre (1973), con un gran Jack Lemmon que ganó el oscar por este trabajo, Un Caradura Simpático (1975), con Burt Reynolds, Danza lenta en la gran Ciudad (1978), con Paul Sorvino, La Fórmula (1980), con Marlon Brando y George C. Scott, Mis Locos Vecinos (1981), con John Belushi y Dan Aykroyd, A Night in Heaven (1983), con Lesley Ann Warren, Feliz Año Nuevo (1987), con Peter Falk, Escuela de Rebeldes (1989), con Morgan Freeman, La Fuerza de Uno (1992), con Stephen Dorff y Armin Mueller-Stahl, o Van Damme's Inferno (1999), con Jean-Claude Van Damme.
Aunque, como ya he dicho antes, por lo que más será recordado es por dos películas en especial. Una de ellas es Rocky (1976), escrita y protagonizada por Sylvester Stallone, película que no necesita presentación y que le valió el oscar como mejor director. La otra es Karate Kid (1984), quizá uno de los films más imitados de la década de los 80. De Rocky tan solo dirigiría después una de sus secuelas, Rocky V (1990), ya que las demás las dirigió el propio Stallone. De Karate Kid, en cambio, dirigió sus siguientes entregas, Karate Kid II (1986) y Karate Kid III (1989); con excepción de El Nuevo Karate Kid (Christopher Cain, 1994), esa cuarta entrega que se sacaron de la manga con una principiante Hilary Swank de protagonista.
Avildsen también estuvo cerca de dirigir otros títulos emblemáticos de la historia del cine, como Sérpico (Sidney Lumet, 1973) o Fiebre del Sábado Noche (John Badham, 1977), que, seguramente, habrían aumentado más su prestigio. Sin embargo, su aportación al séptimo arte siempre será recordada y su pérdida será tan lamentada como la de cualquier gran figura que se nos vaya. De nuevo, el cine ha sufrido una gran pérdida y, de nuevo, se queda otra hueco que será difícil de rellenar. Como tributo aquí os dejo esta gran escena, que es una de mis favoritas escenas de Rocky:
DESCANSE EN PAZ
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