LA HEROINA QUE ESTÁ DISPUESTA A LUCHAR POR EL CINE QUE LE GUSTA CAIGA QUIÉN CAIGA

sábado, 26 de agosto de 2017

La doble moral de James Cameron

Ayer, James Cameron la lió con unas declaraciones a The Guardian en las que consideraba Wonder Woman un paso atrás en lo que a feminismo se refiere. Todas esas auto-felicitaciones y palmaditas en la espalda que Hollywood se ha estado dando a raíz de 'Wonder Woman' están mal enfocadas. Wonder Woman es un icono objetivizado, es el Hollywood masculino haciendo lo de siempre. No estoy diciendo que no me guste la película, pero para mi es un paso atrás. Sarah Connor no era un icono de belleza. Era fuerte, era problemática, era una madre terrible y se ganó el respeto del público a través de puro coraje. Para mí, es muy obvio. Es decir, ¡la mitad de la audiencia es mujer!, fueron sus palabras.


Desde luego, la directora de la película, Patty Jenkins, no se ha quedado callada y, rápidamente, le ha contestado con un comunicado en Twitter que no tiene desperdicio y que os traduzco a continuación:


La incapacidad de James Cameron para entender lo que es Wonder Woman o lo que representa para las mujeres de todo el mundo no es sorprendente ya que, aunque es un gran director, no es una mujer. Las mujeres fuertes son geniales. Su alabanza de mi película 'Monster', y nuestra representación de una mujer fuerte pero dañada fue muy apreciada. Pero si las mujeres tienen que ser siempre duras, fuertes y preocupadas en ser fuertes, y no somos libres de ser multidimensionales o de celebrar un icono de mujer en todas partes porque es atractiva y cariñosa, entonces no hemos llegado muy lejos de lo que estábamos. Creo que las mujeres pueden y deben ser como los protagonistas masculinos en todas partes. No hay modelo correcto ni equivocado de mujer poderosa. Y la audiencia masiva femenina que hizo de la película el éxito que es, puede sin duda elegir y juzgar sus propios iconos de progreso.


Ya sabéis cual es mi opinión de Wonder Woman, la cual no cambio ni una coma. Desde luego, suscribo las palabras de Jenkins y, como podréis imaginar, las palabras de Cameron me han cabreado mucho. Pero no porque se haya limitado a juzgar a la mujer maravilla por su físico -como hizo la ONU hace unos meses -, sino por la DOBLE MORAL de la que el director ha hecho gala. Porque yo tengo memoria y, en lugar de meterme en el debate que se ha organizado en las redes sociales entre los que defienden incondicionalmente a Cameron y los que apoyan a Jenkins y la película, he decidido buscar -y no he sido la única persona que lo ha hecho, ojo -una entrevista que Cameron concedió a la revista Playboy en 2009, cuando se estrenó Avatar.

La entrevista la tenéis entera aquí. Yo me quedo con ciertas palabras que dijo sobre el personaje de Zoe Saldana en AvatarLa mayoría de los problemas de los hombres con las mujeres tienen que ver con darse cuenta de que las mujeres son reales y la mayoría de ellas ni son ni actúan como Vampirella. Hay una gran duda cuando se nos obliga a tratar con mujeres reales y hay una población que preferiría tratar con mujeres ficticias. Afrontémoslo: las mujeres reales son complicadas. Puedes intentarlo toda tu vida y nunca llegar a entenderlas. Vamos, 1) que representar a las mujeres de forma realista en las películas no interesa al público o 2) que ojalá las mujeres en la vida real fueran como las de la ficción. Elegid la opción que más os guste.


Ahora, no os perdáis lo que decía de los motivos de la elección de la actriz. Desde el principio dije, «tiene que tener tetas», incluso aunque no tenga sentido. Y el tipo no se cortó en decir que buscaba con esto. Ellos [los hombres] no serán capaces de controlarse. Van a sentir un deseo real por un personaje que está hecho de píxeles. Esto es lo que decía el mismo tipo que ahora dice que Wonder Woman es un paso atrás porque su protagonista está muy buena. Un caso claro de doble moral de alguien que, puede que sea un estupendo director y nos haya ofrecido una serie de buenas heroínas de acción, pero que debería haberse quedado callado o haber pensado más sus palabras porque, como hemos podido comprobar, en internet las palabras no se las lleva el viento.