Pues si, anoche se entregaron los premios Goya en una gala de lo mas aburrida y soporífera. Ni siquiera su presentador, Andreu Buenafuente, que estuvo genial el año pasado, logró estar a la altura. Casi todo fueron chistes malos, discursos interminables y gags copiados de las galas de los oscars, pero de forma mas cutre. Curiosamente, la gala tuvo éxito, un 25´4% de share y 4.340.000 espectadores; algo menos que el año pasado -26.4% de share y 4.656.000 de espectadores -, pero tuvo éxto. Algo que, sin duda, yo achaco al morbo de ver juntos a la nazi del Ministerio de Cultura, Ángeles González-Sinde, y al ex-presidente de la academia, Alex de la Iglesia, después de que este dimitiera a raíz de la futura aprobación de la Ley Sinde. Por cierto, el discurso de Alex de la Iglesia no tuvo desperdicio y, de hecho, fue lo mejor de la gala:
Ni me molesto en poner la lista de los ganadores. La podéis encontrar aquí si os interesa. Os dejo mejor que veáis lo "bien recibida" que fue la ministra a la gala; recibimiento que, por cierto, trataron de censurar -por lo que no me extrañaría nada que borraran el vídeo -:
3 comentarios:
Por lo menos Chile se traho el premio, ya era tiempo, siempre nos dejan sin nada.
Saludos.
Pues me alegro por los chilenos. Espero que vuestra industria cinematográfica no apeste tanto como la nuestra.
Si tampoco es tan algo magestuoso, pero de vez en cuando sacan buenas peliculas, pero no espectaculares.
Saludos.
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