The Lovely Bones es el título de la nueva película de Peter Jackson como director. Se trata de una adaptación de la novela Desde mi Cielo, de Alice Sebold, que trata de una niña violada y asesinada que, desde el cielo, contempla las vidas de sus familiares e, incluso, la de su asesino –yo preferiría que volviera de la tumba en plan Creepshow y lo desmembrase; pero que le vamos a hacer –. Con guión del propio Jackson y sus colaboradoras habituales, su esposa Fran Walsh y Philippa Boyens, y un reparto encabezado por Saoirse Ronan –la niña protagonista –, Rachel Weisz, Ryan Gosling, Susan Sarandon, Michael Imperioli y Stanley Tucci, se espera que la película se estrene en 2008.
Jackson hace así un pequeño paréntesis entre las superproducciones llenas de efectos especiales, tal y como anunció tras el estreno de King Kong (2005), para realizar así una pequeña historia intimista que podría otorgarle otro oscar. Claro, que Jackson no se aleja mucho de lo que entiende, puesto que también es el productor ejecutivo de la esperada adaptación del videojuego Halo, que dirige el casi debutante Neill Blomkamp –aunque estuvo muy cerca de ser dirigida por Guillermo del Toro –, encargado de los efectos especiales de series como Smalville, Stargate o Dark Angel y de varios spots publicitarios. Aunque tampoco me olvido de esa trilogía de Tintín realizada en animación 3-D que prepara junto a Steven Spielberg.
No obstante, otro próximo proyecto para Jackson podría ser una adaptación de otra serie literaria de corte fantástico. La saga en cuestión es Temeraire, de Naomi Novik, donde se mezclan las guerras napoleónicas con dragones. En ella se cuenta la historia de Will Laurence, un oficial naval británico que intercepta un barco francés que, para su sorpresa, transporta un huevo de dragón que el emperador de China regala a Napoleón. El huevo eclosiona y Laurence acaba adoptando al dragón que nace de él. Jackson ha adquirido los derechos de esta saga, pero aún no se sabe si la dirigirá o solo la producirá.
Y hablando de sagas literarias, no puedo evitar referirme al interminable culebrón que hay en torno a la adaptación de El Hobbit, la precuela de El Señor de los Anillos. Culebrón que se inició cuando Jackson demandó, a finales de
La cosa parecía solucionarse hace unas semanas, cuando Raimi dijo definitivamente que NO a dirigir el proyecto y Robert Shaye –presidente de New Line y productor ejecutivo de la saga –se tragase las palabras que dijo en su día sobre que Jackson no dirigiría El Hobbit mientras él siguiera de presidente. Sin embargo, la situación parece haber vuelto al punto de partida y todo este asunto no parece tener fin. Lo único que han conseguido hasta ahora –y me refiero tanto a los de New Line como a Jackson –es estropearnos el buen recuerdo que nos dejó la maravillosa traslación de la obra maestra de Tolkin a la gran pantalla; todo por el vil metal.
2 comentarios:
Tengo esperanzas de que algún día a alguien le de por la Espada de Joram o por el Orden y el Caos, dos trilogías de bandera que me encantaría ver hechas película :-D
Y a mí también. Ya estoy un poco hasta las narices de tanta cronica de Narnia y puentes hacia terabitia.
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