Continúa la filtración de e-mails robados a Sony Pictures en el hackeo sufrido por la compañía. Ahora le toca el turno a la nueva película de James Bond, la cual será la entrega más cara de la saga y, además, podría compartir con Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo (Gore Verbinski, 2007) el título de película más cara de la historia. Y es que, según revelan los e-mails que ha publicado CNN, la película cuenta con un presupuesto de 300 millones de dólares que MGM, dueña de la franquicia y socia de Sony en la saga, quiere reducir a 250 millones, cincuenta millones más de lo que costó Skyfall (2012).
En los e-mails, el presidente de MGM, Jonathan Glickman, muestra claramente su malestar con el desorbitado presupuesto de la película -recordemos que, hace unos años, el estudio estuvo muy cerca de la bancarrota -y da algunos consejos para abaratar costes, como evitar rodar en localizaciones como Roma o México e intentar rodar lo más posible en Londres, procurar que el tren donde se desarrollará una espectacular escena de acción tenga el menor número de vagones posibles o quitar la lluvia de la escena final para que esta sea más barata. Incluso la contratación de Andrew Scott en lugar de Chiwetel Ejiofor se debió a que este cobraba un millón de dólares menos.
También hay unos e-mails de Sam Mendes, director de la película, que revelan algunos detalles bastante interesantes de la película que se pueden considerar SPOILERS, así que dejad de leer y marchaos ahora mismo, o seguid leyendo bajo vuestra total responsabilidad. Para empezar, en la película nos encontraremos con una villana lesbiana y confirma que veremos a Ernst Stavro Blofeld, el famoso líder de la organización que da nombre a la película. También se habla de un mensaje secreto del pasado de Bond que lo llevará a descubrir una secreta organización -adivinad cual -mientras M se enfrenta a las fuerzas políticas para intentar mantener con vida al servicio secreto.
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