En busca del éxito perdido

Así es como se debería titular la nueva película de Kevin Costner, quién no para en su empeño de intentar reconquistar al público y restaurar su, ya acabada, edad de oro; la correspondiente a títulos de gran éxito como Los Intocables de Eliott Ness (Brian de Palma, 1987), Bailando con Lobos (1990), su oscarizado debut en la dirección, o El Guardaespaldas (Mick Jackson, 1992). El actor-director-productor no levanta cabeza desde aquel desastre monumental llamado Waterworld (Kevin Reynolds, 1995) y, aunque con Open Ranger (2003) - su tercera película como director - recuperó el favor de la crítica, no para de darse de narices en las taquillas de todo el mundo y ha conseguido que su prestigio dentro de la industria se vea muy afectado; de hecho, Angelina Jolie no quiso tenerle de compañero de reparto en Amar Peligrosamente (Martin Campbell, 2003).

Costner está dispuesto a cualquier cosa para que la gente vuelva a ir a ver sus películas. Si el año pasado se convirtió en un guardacostas - auténticos héroes para los americanos tras el desastre del huracán Katrina - en The Guardian (Andrew Davis, 2006), ahora se le ha ocurrido dar la vuelta a la tortilla e interpretar a un asesino en serie en su última película, Mr. Broocks, que él, lógicamente, protagoniza y produce. El film, dirigido por Bruce A. Evans, está catalogado de thriller, aunque debería ser una comedia porque solo el hecho de pensar en Costner en un registro así ya me produce ataques de risa. Esto me recuerda a cuando Meg Ryan quiso meterse en el thriller erótico - menudas carcajadas me produjo aquello - en la deleznable En Carne Viva (Jane Campion, 2003); otro bodrio mas que añadir a la filmografía de la directora de El Piano (1993). Vale que los actores cambien de registro de vez en cuando, pero que no estén décadas enteras acostumbrándonos al mismo tipo de personaje para luego tratar de dar el cambiazo porque su carrera hace aguas; y esto va tanto por Costner y Ryan, como por otros que yo me sé.

Su compañera de reparto será Demi Moore, quién también se encuentra en horas bajas a pesar de haber sido la villana en Los Ángeles de Charlie: Al Límite (McG, 2003), secuela de la versión cinematográfica de la serie homónima - ella era lo mejor de aquel pedazo de bodrio -. Según he oído, Costner se empeñó mucho en tenerla a ella en el film - curiosamente, en The Guardian trabajó con Ashton Kutcher, el joven esposo de ella -. Moore será quién interprete a la policía encargada de darle caza siguiéndole la pista y juntando las piezas del rompecabezas - simbólico, claro - mientras él se lía a matar gente a diestro y siniestro mientras lleva una doble vida en la que es un padre de familia aparentemente normal. El reparto lo completan William Hurt y Marg Helgenberger, muy conocida gracias a su papel en la exitosa serie CSI: Las Vegas.

Como se habrá supuesto, la única novedad de este film es ver a Kevin Costner como asesino en serie. Sin embargo, como ya he dicho, son demasiados años vendiéndonos la imagen de héroe y le va a costar desquitarse de ella. Debería haber seguido el ejemplo de Jim Carrey, quién, tras arrasar como cómico histriónico, aprovechó la primera oportunidad para pasarse al género dramático y, a partir de ahí, ha conseguido que se le valore mas como actor e, incluso, ha logrado que los cómicos sean mejor vistos en la industria cinematográfica.

En resumen, otro previsible batacazo de un actor que no para de estrellarse con cada película que estrena.

Hablando de películas de mujer policía a la caza de psicópata me quedo con Whiteout, la nueva película de Dominique Sena, director de films como Kalifornia (1993), 60 Segundos (2000) y Operación Swordfish (2001), y que se basa en una serie de novelas graficas de Grez Rucka. En ella, la estupenda Kate Beckinsale interpreta a Carrie Stetko, una Marshall que, en plena Antártida, debe capturar a un asesino en serie antes de que se ponga el sol y se inicie una noche que durará séis meses.

Esta si que es mas interesante que la de Costner y prometo hablar mas de ella en futuras entradas.