El cine de superhéroes tiene muchos detractores. Varios de ellos son directores de prestigio, como David Cronenberg, Fernando Trueba, Alejandro González Iñárritu o Tim Burton. Sin embargo, no todos piensan igual. Buen ejemplo de ello es Paul Thomas Anderson, quién en marzo estrena en España su última película, Puro Vicio, por la que ha sido nominado al mejor guión adaptado.
Aunque me gustan algunas de sus películas, como Boogie Nights (1997) o Pozos de Ambición (2007), Paul Thomas Anderson nunca ha sido santo de mi devoción; y, desde luego, no va a serlo ahora porque tenga una opinión muy parecida a la mía -no soy así de hipócrita -. Sin embargo, con esto el tipo se ha ganado todo mi respeto y le doy un fuerte aplauso.
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