Lo de quién va a dirigir la secuela de X-Men Orgins: Wolverine (Gavin Hood, 2009) va camino de convertirse en otro culebrón como el que supuso la búsqueda del actor que diese vida a el Capitán América, donde no pararon de circular nombres hasta que se confirmó que el elegido era Chris Evans. Pues aquí lo mismo. Muchos son los nombres de posibles directores que no paran de sonar para la nueva película de Lobezno y, cuando la Fox había reducido la lista a David Slade (30 Días de Oscuridad) y Robert Schwentke (Red), ahora, según cuentan en Deadline, Schwentke se ha apedado -o le han apeado -del proyecto y el nuevo contrincante de Slade para hacerse con la dirección del film es Darren Aronofsky (El Luchador), quién buscaría así reemplazar a Robocop después de que el proyecto se cancelara a causa de la crisis de MGM.
Según dicen, Aronofsky puede haber sido propuesto por el propio Hugh Jackman, protagonista y productor del film, ya que ambos trabajaron juntos en La Fuente de la Vida (2006) y los dos tienen una buena relación desde entonces. Mientras tanto, la que si ha encontrado director es la anunciada secuela de la nueva versión de Furia de Titanes (Louis Leterrier, 2010). Según Heat Vision, el director Jonathan Liebesman (La Matanza de Texas: El Origen) ha sido fichado por Warner Bros. para dirigir esta secuela, la cual será rodada directamente en 3D; y evitar así la chapuza que hicieron con la primera. Esta secuela se espera para 2012 y, aunque todavía no hay ningún actor asociado al proyecto, se dice que Sam Worthington y Gemma Arterton repetirían sus respectivos roles de la primera.
Jonathan Liebesman está últimamente muy en el punto de mira de los estudios gracias al enorme interés que está despertando su última película, Battle: Los Ángeles -que se estrena en EEUU el 11 de marzo de 2011 -tras su exitoso paso por el pasado Comic-Con de San Diego.
3 comentarios:
Pues Furia de Titanes me pareció una cagada astronómica que no requiere ahondar en la herida,insultante para la mitología y lenta para el cine.Lo del Djin era para llorar, de pena o de risa pero desde luego llorar.
A mi no me desagradó tanto esta nueva versión pero, como digo siempre, cada uno tiene sus gustos y su propia opinión.
Eso si, dejemos ya lo de la fidelidad a la Mitología porque no hay ni una sola película de esta temática que se libre de haberse tomado libertades; incluida la primera versión.
Pero siempre hay matices en los deslices y anacronismos meter un diablo del misticismo arabe en medio de odiseas latinas pues es cuando menos chocante. Es como ver un Vikingo que en su escudo lleve un ACID fluorescente y sonriente.
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