Raimi ficha al guionista de Salvar al Soldado Ryan y Emmerich no quiere un Independence Day 2 sin Will Smith

En cuanto termine Spiderman 4, Sam Raimi se pondrá manos a la obra con su siguiente proyecto, Warcraft, adaptación del videojuego World of Warcraft. Y, según unas recientes declaraciones, ya tiene guionista para este proyecto. Se trata de Robert Rodat, guionista que siempre será recordado por escribir el guión de la magnífica Salvar al Soldado Ryan (1998) de Steven Spielberg, con quién se encuentra trabajando actualmente en una serie de Tv que aún carece de título. Según Raimi, Rodat se encargará de escribir una historia completamente original dentro del universo en el que se desarrolla el juego en lugar de contar la historia del Rey Lich, tal y como se dijo en un principio -de ahí, seguramente, que el título de la película haya pasado de World of Warcraft: The Rise of the Lich King a, simplemente, Warcraft -, algo que no va a gustar a mas de un fan del videojuego.

Rodat -quién afirma que el que la fecha del cumpleaños de su hijo (6 de junio) coincidiese con la del histórico Desembarco de Normandía fue lo que le animó a escribir el guión de Salvar al Soldado Ryan -también escribió el guión de El Patriota (2000), de Roland Emmerich, quién, recientemente, habló en una entrevista a Latino Review sobre la cacareada secuela de Independence Day (1996). Desde hace años, se ha hablado de una secuela de esta taquillera película que mezclaba ciencia ficción con cine catastrófico -incluso se habló de que Emmerich estaba trabajando en el guión de ella junto a su antiguo socio, Dean Devlin -, pero este proyecto parecía no salir adelante. Según Emmerich, tanto él como Devlin están interesados en hacer esta secuela, pero que todo depende de que la Fox -el estudio que produjo la primera entrega -consiga convencer a Will Smith -protagonista de la primera -para que vuelva a protagonizarla, algo que parece ser difícil; de hecho, el estudio ya le propuso hacer la película si él, a lo que Emmerich se negó.

Independence Day fue una de las películas mas taquilleras de la pasada década, recaudando 307 millones de dólares en EEUU y 817 millones en todo el mundo.