
Al parecer, la Fox poseyó dichos derechos entre 1986 y 1990, disponiéndose a hacer un film que no llegó a ver la luz. En 1991 se los cedió a Largo Entertimen, pero se reservó parte de los derechos exclusivos de distribución. Cuando Largo Entertimen desapareció, los derechos fueron a parar a Lawrence Gordon -mítico productor del cine de acción en cuya carrera figuran títulos como Depredador, La Jungla de Cristal, Tomb Raider o Hellboy y su, aún inédita, secuela -, que produce, junto a Warner, la película de Snyder. Según parece, Gordon llegó a un acuerdo con la Fox por el cual se comprometía a pagarles un precio si hacía una película basada en el cómic con otro estudio; acuerdo que no ha cumplido, según la Fox, y es por eso por lo que se ha armado este lío.
Es posible que, para intentar salvar el proyecto, las partes implicadas traten de arreglar esto fuera de los tribunales. De lo contrario, la película podría quedar paralizada. De todas formas, esta, al igual que la de El Hobbit, es una muy mala noticia para el cine.
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